Miopatías del músculo de la pechuga (BMM): Causas. Tercera Parte.
Manejo y BMM
Incubación
El embrión de pollito se desarrolla en etapas bien definidas durante 21 días de incubación. Las condiciones de incubación extremas pueden afectar la tasa y el desarrollo relativo de tejido producido, sin que sea necesariamente fatal. Por ejemplo, existe abundante evidencia de que la temperatura alta o baja de la cáscara del huevo durante la incubación afectará la tasa de crecimiento embrionaria, mientras que los niveles altos de CO2 en las etapas tempranas de incubación pueden afectar la ramificación capilar en la membrana corioalantoidea (Verholst et al., 2011).
El desarrollo de la hiperplasia miofibrilar esquelética se produce tanto antes como inmediatamente después del nacimiento, y las condiciones por debajo de lo óptimo desde, aproximadamente, el día 14 de incubación pueden afectar el crecimiento y el desarrollo de la carne de pechuga luego del nacimiento.
Por este motivo, Aviagen recomendaba evitar el sobrecalentamiento del embrión en las etapas finales de incubación. Sin embargo, existen técnicas de incubación menos comunes que afectan el crecimiento del músculo de la pechuga luego del nacimiento, así como el porcentaje de carne de pechuga durante el sacrificio y las BMM, entre las que se incluyen las siguientes:
Períodos cortos de alta temperatura alternados con temperaturas bajas (Pietsun et al., 2008).
Exposición a luz verde durante la incubación (Rozemboim et al., 2004).
Los informes de la literatura científica suelen describir resultados de experimentos realizados con cantidades pequeñas de huevos incubados en incubadoras especiales de pequeña escala. Los intentos recientes en la granja de ensayo de Aviagen en EE. UU. para escalar estos esquemas a incubadoras de etapa simple de estilo comercial de mayor tamaño no han dado resultados claros.
Esto se puede deber a que es difícil, incluso para una incubadora comercial pequeña, proporcionar una exposición a la luz y al calor idéntica en cada punto de la máquina. Todos los ensayos de pequeña escala reportados se concentraban únicamente en los potenciales beneficios del aumento de la cantidad de células satélite, que proporcionaba más carne de pechuga en el sacrificio. Si bien se supone que las células satélite adicionales también pueden estar disponibles para curar los daños en el músculo de la pechuga, esto no ha sido evaluado explícitamente.
Nuevamente, en los ensayos de incubación a gran escala de Aviagen sobre la manipulación térmica o de la luz durante la incubación, el impacto sobre la WB o cualquiera de las demás BMM fue limitado, aunque no perjudicó el nacimiento ni la calidad o el crecimiento del músculo de la pechuga.
Por ahora, el mejor consejo de incubación para minimizar las BMM es controlar las condiciones de incubación y evitar el sobrecalentamiento en las últimas etapas de incubación. La manipulación térmica o lumínica a gran escala debería monitorearse minuciosamente para asegurar que la implementación sea de la forma pretendida y que no haya consecuencias no intencionadas. Continúa la investigación sobre esta cuestión.
Programa de iluminación
El efecto de la iluminación sobre las BMM no ha sido estudiado en la literatura científica publicada, pero diversos estudios han demostrado que el período, la intensidad y la longitud de onda de la luz pueden afectar el desarrollo muscular.
El efecto de la longitud de onda de la luz en el desarrollo del músculo de la pechuga fue estudiado por Rozemboim et al. (1999), quienes mostraron que aves que crecieron bajo luz verde alcanzaron un mayor rendimiento de carne de pechuga en comparación con luces blancas, azules y rojas.
Es interesante notar que este grupo también demostró que las aves que crecen bajo luz azul y verde hasta el día 5 tienen más células satélite por gramo de músculo de pechuga (Halevy et al., 1998). Dada la importancia de las células satélite para la reparación muscular, la Universidad de Saskatchewan continúa investigando la posibilidad de que la luz azul y verde aumente la cantidad de células satélite en el músculo. Los estudios publicados no han mostrado efectos directos de los programas de iluminación en las BMM, pero la evidencia sugiere que la luz puede afectar el desarrollo muscular.
Dos estudios internos de Aviagen observaron el efecto del programa de iluminación sobre la incidencia de las BMM, y los resultados sugieren que los programas de iluminación modificados podían usarse para reducir la incidencia de la WB; el mecanismo podría consistir en reducir el crecimiento de forma similar a lo realizado en los estudios de eliminación de la lisina. Sin embargo, el programa de iluminación óptimo para reducir las BMM aún no se comprende de forma apropiada, y se necesita realizar más trabajo antes de que se puedan establecer recomendaciones.
Actividad o aleteo del ave
Se sabe que la miopatía pectoral profunda (DPM) puede inducirse por el aleteo vigoroso tanto en pollos de engorde como en pavos (por ejemplo, Lien, 2012). El aleteo hace que los músculos de la pechuga se contraigan y que los músculos pectorales profundos se llenen de sangre. Debido al recubrimiento no elástico que está alrededor del músculo, la presión aumenta dentro del músculo.
Esto reduce el flujo sanguíneo dentro y fuera del músculo, lo cual puede resultar en la muerte de células musculares de los músculos pectorales profundos. El aleteo vigoroso debe producirse en algún momento anterior al sacrificio para que dé como resultado la DPM.
Se ha demostrado que el aleteo y el esfuerzo durante el colgado en la planta de procesamiento afecta el contenido de glucógeno y de ácido láctico durante el sacrificio. Esto aumenta el riesgo de que se produzca una miopatía PSE (Berri et al., 2005, Debut et al., 2003).
Hasta el día de la fecha, no existe evidencia de que las BMM se puedan inducir por una actividad excesiva del ave, pero debe considerarse que reducir el aleteo excesivo de los pollos de engorde en todo momento constituye una buena práctica de manejo. Asegurar que las aves estén acostumbradas a la actividad de las personas dentro del galpón y que siempre se manipulen de forma calma y cuidadosa reduce el riesgo del aleteo vigoroso y un potencial daño al músculo de la pechuga.
Enfermedad y BMM
No existen signos clínicos para las BMM en la granja ni evidencia de su presencia en aves vivas, excepto en el caso de la WB, para la cual puede detectarse la dureza de la pechuga con palpación. Además, la epidemiología no respalda una causa infecciosa, ya que no existe un patrón de propagación entre galpones, entre granjas o entre complejos que indicaría que existe un agente infeccioso involucrado.
Claramente, las BMM pueden observarse en todas las razas o líneas de pollos tan temprano como a las 2 semanas de edad con una prevalencia variable y dentro de una gama amplia de pesos de sacrificio, manejo, alimentación y sistemas de levante (Radaelli et al., 2016).
Se detectó WB en diferentes razas, aproximadamente, al mismo tiempo y en diferentes continentes. No es esperable que una enfermedad infecciosa se comporte de esta manera. También existe evidencia suficiente de una etiología metabólica (Secciones 7.1 y 7.2). Bilgili (2016) concluyó que no existe evidencia de agentes infecciosos o patógenos asociados con las BMM.
Sin embargo, algunos aún cuestionan si un agente infeccioso puede tener algún rol en la WB, debido a la vasculitis linfocítica observada por los histopatólogos en aves con esta condición. Si bien el infiltrado perivascular puede indicar una flebitis linfocítica, otros han explicado que la presencia de estos linfocitos se debe a una respuesta inmune natural. «La acumulación linfoide alrededor de los vasos sanguíneos en la WB es completamente consistente y explicable por ser parte de una respuesta inflamatoria a un daño significativo del tejido (es decir, del músculo) cuando la circulación se mantiene relativamente funcional y los vasos sanguíneos permanecen permeables» (comunicación personal: Alisdair Wood, especialista en histopatología avícola del Reino Unido).
Un estudio reciente de Barnes et al. (2017) detectó un coronavirus infeccioso en una instalación de ensayos en la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Sin embargo, este hallazgo no se replicó en un estudio más reciente en Reino Unido (información no publicada).
Procesamiento
Efectos de la manipulación de aves antes del procesamiento
Los sistemas de manejo y cría de la parvada previos al sacrificio son muy importantes, ya que se relacionan con la tasa de crecimiento (tejido muscular), con la actividad del ave (esquelética y cardiovascular) y, en consecuencia, con la aparición de las BMM. La DPM se ha asociado directamente con el uso excesivo de las alas (para auxiliar en el equilibrio, la locomoción, el enfriamiento, etc.) y la actividad (comportamientos de miedo y de escape).
Como consecuencia, las prácticas de cría deben concentrarse en limitar la actividad de las alas durante el engorde, especialmente en los momentos previos al sacrificio. Los pollos de engorde tienden a comportarse de forma voluble como respuesta a intensidades de iluminación altas y a aumentos en la duración natural del día. El uso repentino y excesivo de las alas puede desencadenarse por una actividad humana excesiva en el galpón (uso frecuente de corrales y pesaje frecuente de aves, limpieza de la cama, vacunaciones y reducciones de la parvada), sonidos inusuales o novedosos dentro del galpón o la granja, y en los alrededores, así como también actividades diarias asociadas con el acceso al alimento y al agua, e intentos de posarse o escalar las barreras de migración (es decir, sobre todo, tuberías de plástico especiales usadas por algunos productores en EE. UU.).
Además, los pollos de engorde también extienden sus alas para facilitar la pérdida de calor por convección. Es de suma importancia que la ventilación sea apropiada durante el estrés por calor para prevenir la DPM.
La influencia de la actividad de las aves sobre otras BMM no está bien definida, aunque las distensiones y los microdesgarros asociados con la actividad muscular pueden superar a los procesos de reparación. Durante la captura y el enjaulado, el manejo de las aves y el esfuerzo asociado pueden causar daños si son excesivos, pero, en general, en la forma de dislocaciones de las alas, hemorragias musculares y salpicaduras de sangre.
La densidad del enjaulado, así como el estrés por calor durante la carga, el transporte y la espera también son muy importantes en cuanto al agotamiento metabólico y el daño muscular. Se ha sugerido que el retiro del alimento tiene un rol en la manifestación de las BMM y la calidad de la canal. En caso de un retiro del alimento prolongado, las células musculares agotarán las reservas de glucógeno, lo cual significa que el pH del músculo luego del sacrificio será alto y puede dar como resultado carne DFD.
Además, un retiro del alimento prolongado puede causar un cambio en el metabolismo, que resulta en un estado catabólico y produce pérdidas en el rendimiento. Ciertos datos internos recientes de Aviagen mostraron que un aumento de 4 horas en el tiempo de retiro del alimento aumenta la incidencia de la SS. También se ha observado que, si el retiro del alimento es demasiado corto, el músculo puede acumular cantidades excesivas de glucógeno, lo cual resulta en una acumulación excesiva de ácido láctico en el músculo durante el transporte y la espera.
Como consecuencia, se pierde integridad del músculo y aumenta la pérdida de agua. Se cree que esto aumenta el riesgo de padecer la SS o la PSE. Por lo tanto, es importante que se mantenga el tiempo de retiro del alimento recomendado de entre 8 y 12 horas antes del procesamiento esperado.
Sacrificio
Por definición, las BMM son lesiones estructurales asociadas con el desarrollo muscular y el crecimiento. Los procesos como el aturdimiento, desangrado, escaldado y desplume solo pueden alterar su manifestación física. La información disponible sobre los efectos de las corrientes eléctricas (aturdimiento eléctrico) o de la atmósfera modificada (aturdimiento con gas) sobre las BMM es insuficiente o nula.
El comienzo del rigor mortis (rigidez muscular) luego del sacrificio puede acelerarse debido al aturdimiento y a los métodos de estimulación eléctrica utilizados. El voltaje (>200 V), el amperaje, la frecuencia de los pulsos, la duración y la localización (antes o después del desplume) de la estimulación eléctrica pueden afectar la extensión del daño muscular (miofibrilas) y la integridad debido a la gravedad de las contracciones (Sams, 2002).
Además, las dificultades que suelen informarse en el desplume con el uso de sistemas de aturdimiento con gas (rigor acelerado de los músculos de las plumas) suele compensarse en exceso con temperaturas de escaldado más altas y presiones de desplume mayores, lo cual causa desgarros en la piel y en los músculos.
Se observó que la configuración incorrecta o el mantenimiento insuficiente del equipo de procesamiento aumenta la gravedad y la incidencia de la SS. Por ejemplo, al comparar dos plantas, una con SS y otra sin SS, que procesaban aves de la misma base de producción, se descubrió que la planta con la SS más alta tenía una temperatura de escaldado más fría (47 oC, 117 oF) y un desplume más agresivo, que resultaba evidente por la alta incidencia de alas quebradas.
Comments